CARTA AL TRABAJO DURO
Querido “Trabajo duro”,
No
sabes cuánto te odio. Cuando me llamaste por mi nombre te oí y corrí lejos de
ti. Cuando supe que vendrías me oculte
de ti. Cuando influenciaste a otros para conmigo invente excusas para huir
lejos de ti.
Temí al
dolor, porque no sabía si saldría lastimado. Temí a fallar por eso ni siquiera
lo intentaba. Y temí a tu nombre porque se de lo que has hecho a otros.
Quien
te crees que eres haciéndome sentir tanto miedo solo por quien eres, reflejos
en el espejo, sombras detrás de mi, apenas doy un paso y ya estas por delante
de mi, sudor en mi rostro, lagrimas en mis ojos.
Seguiré
adelante. No he escuchado mentiras, convertiste al pobre en rico, a la mañana
en la noche, ¿Habrá alguna cosa que no puedas hacer?
Ahora
mírame, “Me hiciste quien soy el día de hoy” y gracias a ti entendí que nunca
debo darme por vencido, nunca debo perder la actitud.
¿Renunciar? Eso no esta en mi vocabulario,
cuando otros renunciaron yo seguí adelante, cuando otros duermen yo trabajo mas
duro, cuando dijeron que no podía y me pisotearon les demostré que pude, cuando
les hable a todos de mis sueños y se rieron me asegure de reír yo el ultimo.
Soy un
cazador de sueños, esto significa que perseguiré mis sueños y no el de otros, solo
yo puedo vencerme, soy yo contra este trabajo que has puesto en mi. Esto no es
perder, ¡No voy a perder!
He
llegado muy lejos, y no me detendré ahora.
Oh
querido trabajo duro, mi padre estaba en lo cierto acerca de ti, tu vales la
pena, y es la causa por lo cual te quiero, ¿Cómo no podre ahora? No me
esconderé mas de ti, de echo te espero, ¿Dónde estás? Te necesito. Porque
contigo, trabajo duro, yo creo en mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario